Hace 59 años, la compañera Eva Perón, hacía público su rechazo al ofrecimiento de los trabajadores para que secundara al General Juan Domingo Perón en la fórmula presidencial. La guía espiritual del pueblo argentino dejaba en la memoria de sus seguidores una discurso que resume su compromiso de lucha. el amor por su patria y su inmensa humildad: 'Mi general: aquí está el pueblo y yo aprovecho esta oportunidad para agradecer a todos los humildes, a todos los trabajadores, a todas las mujeres, niños y hombres de la Patria, que en su corazón reconocido han levantado el nombre de una mujer, de una humilde mujer que los ama entrañablemente y que no le importa quemar su vida si con ello lleva un poco de felicidad a algún hogar de su Patria. Yo siempre haré lo que diga el pueblo, pero yo les digo a los compañeros trabajadores que así como hace cinco años dije que prefería ser Evita antes de ser la esposa del presidente, si ese Evita era dicho para calmar un dolor en algún hogar de mi Patria, hoy digo que prefiero ser Evita, porque siendo Evita sé que siempre me llevarán muy dentro de su corazón. ¡Qué gloria, qué honor, a qué más puede aspirar un ciudadano o una ciudadana que al amor del pueblo argentino!'
Ese 22 de agosto de 1951, nacía el más fuerte lazo de afecto que el pueblo argentino haya podido tejer. Desde ese día, la abanderada de los humildes guiaría el camino de todos aquellos que luchamos por una patria justa, libre y soberana. ¡Hasta la Victoria, Compañera!